“Un sonido celestial, sabiendo que el cielo no existe”
Con 52 años de edad, pelo
largo con algunas canas, acento paisa y voz lo suficientemente enérgica para
que la gente del restaurante escuche lo que está hablando, el maestro me habló
de sus sueños y sus pasiones. Jorge Hernán Arango García es un abogado de la
Universidad Pontificia Bolivariana, biólogo y músico de la Universidad de
Antioquia. Funciona como una extensión de las cuerdas vocales del grupo coral
“Ensamble Vocal” de Medellín, pues es el director y fundador de este.
En San Juan de la Tasajera,
un pueblo que ya no existe y solía ubicarse entre Copacabana y Girardota nació
Jorge. Hijo de Pedro Nel Arango, músico clarinetista reconocido. Estudió
dirección de coros en España con el maestro Ramón Noguera y en París con
Gabriel Alonzo.
El maestro Arango afirma que
en Colombia hay muy pocos coros de buena calidad y está seguro que los puede
enumerar con la mano izquierda “o derecha, aunque yo prefiero la izquierda”
(sonríe mientras lo dice).
Sabe tocar gran variedad de
instrumentos como guitarra clásica, violonchelo, clarinete, piano y clavecín, y
además lleva 30 años ininterrumpidos como director de coros.
Entrevista
Santiago
López Gómez: Usted es biólogo de la Universidad de
Antioquia y abogado de la Universidad Pontificia Bolivariana. ¿Por qué escogió
la vocación de músico?
Jorge
Hernán Arango García: Desafortunadamente soy abogado, de la
Bolivariana, eso ya es mucho más desafortunado. También soy músico de la de
Antioquia, yo creo que la música más que una carrera, como puede pasar con
muchas profesiones es algo que tiene que ver con el temperamento familiar y no con
el de la persona. Yo me crié en un ambiente de músicos, mi papá era un músico muy importante, Pedro
Nel Arango. Yo sé que gano menos dinero pero a mí la música me cautiva, me hace
más feliz porque me permite tener una vinculación con el alma…no con el
bolsillo.
S.L.G:
Ya
que menciona el alma: ¿Qué significa para usted el acto de componer música?
J.H.A.G:
Yo
soy compositor especialmente de música coral. La tarea de componer es una labor
creativa, ¿En qué sentido? El que compone música clásica para orquesta
aprovecha todas las herramientas que tienen los instrumentos musicales, las
diferentes texturas de la música y la imaginación va permitiendo una
construcción estética. Para mí componer significa una realización con mi coro,
sentirme en armonía con el. Poder cantar una música mía, que se diferencie de
los demás.
S.L.G:
Para
usted, ¿en qué radica el valor estético de la música coral?
J.H.A.G:
El
valor estético de la música coral radica fundamentalmente en que los coros
normalmente han sido vocacionales para que la gente vaya a divertirse, pero
cuando los coros se convierten en un fin, no en un medio para aprender música,
la gente se da cuenta que son la expresión más alta de la música. Los más
grandes compositores de la historia han compuesto para coro: Bach, Verdi,
Palestrina, Mozart, Beethoven, Brahms, Stravinsky. ¿Por qué? Porque el coro
encierra lo que sería mas parecido a un sonido celestial, sabiendo que el cielo
no existe.
S.L.G:
¿Cómo
ve la participación de los jóvenes en grupos corales, es más grande o ha
disminuido? Teniendo en cuenta que ahora la mayoría se interesan por otros
géneros “musicales”.
J.H.A.G:
Hay
un movimiento musical en Medellín muy grande gracias a EAFIT, a la Red de
Orquestas y Bandas, a la Universidad de Antioquia, a Bellas artes y a la labor
que hemos hecho fundamentalmente Cecilia Espinoza y yo, en Colombia con la
música coral. Los dos hemos hecho una labor tan buena que nuestros coros están
llenos de jóvenes, con promedio de edad de 22 años.
S.L.G:
¿Qué
sueña Jorge?
J.H.A.G:
Sueño
con que la corporación que manejo se fortalezca cada vez más y se convierta en
una corporación líder en el mundo, en el desarrollo de la música coral y
también con que los coros de niños se cualifiquen verdaderamente.